Nochebuena


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Nochebuena, de Eduardo Galeano «El libro de los abrazos»

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:

-Decile a… -susurró el niño- Decile a alguien, que yo estoy aquí.

Foto: © José Manuel Ochoa

13 comentarios en “Nochebuena

  1. Conmovedora en extremo esta afirmación final de la humanidad del niño que necesita reconocerse en el amor del prójimo.

    Besos y gracias por traerlo.

    Esteban

    1. En este mundo consumista nos perdemos en nuestras necesidades efímeras sin prestar atención a las esenciales como la solidaridad y la justicia social. Como decía el principito “Lo esencial es invisible a los ojos” y muchas veces somos incapaces de verlas aunque las tengamos delante. Gracias a ti por tu comentario Esteban

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