El momento de la trama


La casta fue uno de los conceptos fundamentales en la construcción del enmarcado político-discursivo de Podemos en sus mocedades preinstitucionales. La idea era simple: la existencia de unos dirigentes, ellos, que llevan décadas apoltronados entre sillones y moquetas, y que se encuentran más preocupados en proteger sus propios intereses que los de la mayoría, nosotros los ciudadanos. Sobre ella, se construye todo un discurso que coloca a Podemos en el centro del tablero partidista otorgándole un protagonismo que se refrenda electoralmente con más de 5 millones de votos y el gobierno en algunas de las ciudades más importantes de España. Seguir leyendo «El momento de la trama»

Responsabilidad y política para tiempos modernos


El fraude y la corrupción son situados por los ciudadanos entre los principales problemas de España en todos los sondeos realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desde el año 2013 (en segundo lugar hasta el último barómetro, en el que ocupa el tercero). Estos mismos estudios de opinión muestran como han incrementado exponencialmente el número de personas que señalan a los políticos y los partidos entre las grandes preocupaciones de los españoles (segundo lugar en el último CIS). Este hecho podría tratar de explicarse desde un punto de vista coyuntural, considerando que esta percepción ciudadana sobre la corrupción y los políticos se ve agravada en periodos de crisis económicas. Pero, sin hacer de menos este factor explicativo y asumiendo que esta relación pueda existir, no puede negarse que, al mismo tiempo que se ha producido un aumento del interés por la política y una toma de conciencia ante los problemas relacionados con la vida pública, se ha producido un aumento de los escándalos de corrupción que han aparecido en prensa y, por consiguiente, han sido conocidos por los ciudadanos.

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Condicionando, pero flojito


Si un acuerdo es un punto de encuentro entre dos posturas distantes en mayor o menor medida, para que esa intersección de puntos de vista se produzca en un terreno más próximo a nuestros intereses deben ponderarse tanto la posición de fuerza o debilidad en la que se encuentra la otra parte como en la que está uno mismo.

Teniendo esta premisa en consideración, podría parecer que el punto de partida del PP, con sólo 137 diputados y necesitando, por tanto, 39 apoyos más para la investidura de Rajoy, no era el de mayor fuerza posible a la hora de negociar nada. Eso pretendía dar a entender Ciudadanos al presentar 6 condiciones INNEGOCIABLES y que debían ser aceptadas, sí o sí, por Rajoy para comenzar a negociar. La rotundidad de Rivera en su exposición podría hacer creer a los más ingenuos que Ciudadanos aprovechaba esa situación de debilidad y necesidad de apoyos parlamentarios del PP para imponer una posición dominante en un posible escenario de negociación. Esa posibilidad se esfumó en el momento en el que se hicieron públicas las medidas, de las cuales 3 no dependen exclusivamente del PP y otras pueden realizarse sin tener su apoyo, sin tratarse, además, de propuestas concretas de calado socioeconómico que promuevan algún cambio real en la vida de los ciudadanos. Seguir leyendo «Condicionando, pero flojito»

Análisis de electoral. Las expectativas, el bipartidismo, el sistema electoral y la gobernabilidad


Se celebraron por fin las elecciones y ahora viene lo bueno, porque el día de después es cuando realmente comienza lo importante. Normalmente en la noche electoral todos los partidos lanzan el mensaje victoriosos, pero la sensación general que produjeron los resultados es que, a pesar de los excelentes resultados de los partidos emergentes, ninguno consiguió los objetivos que se planteó en el comienzo de la campaña. Ni bipartidismo, ni emergentes

RESULTADOS VS EXPECTATIVAS

El PP se planteaba ganar las elecciones con una mayoría lo suficientemente amplía para poder gobernar con pactos puntuales con otras fuerzas políticas o sellar un pacto con una sola fuerza política que garantizara su estabilidad en el gobierno. La realidad es que han perdido 3,6 millones de votantes y que es el partido que más escaños pierde (63), obteniendo su peor resultado desde los tiempos de Alianza Popular, lo que unido a la fragmentación resultante en el parlamento, dificulta su posibilidad de gobernar. Ha perdido ganando las elecciones y Rajoy puede comenzar a verse, si no lo han visto ya, como un lastre electoral.

El PSOE decía en campaña que todo lo que no fuera ganar las elecciones sería un fracaso. Ahora dicen que han salvado los muebles y que son la única alternativa posible al PP. La realidad es que ha perdido 20 escaños, 1,5 millones de votos y se queda a 6 puntos del partido popular mientras siente el aliento de Podemos. Sólo ha ganado en 2 CCAA, en Madrid son la 4 fuerza política y sólo han ganado en 6 provincias de 52 y ha obtenido su peor resultado histórico en democracia. Todo ello cuando su principal rival acosado por la corrupción y los recortes sociales se ha dejado un importante número de escaños y votos. Quedarse con el segundo puesto y que resistieron el sorpasso de Podemos es un análisis simplista y sin capacidad de autocrítica alguna, justo uno de los factores que les ha llevado a la situación actual. Se da la paradoja de que gracias a los resultados del PSOE andaluz (1 de cada 4 escaños del PSOE son andaluces) de Susana Díaz, líder en la sombra del partido y rival directo del actual secretario general, sean los que puedan servir para mantener en el cargo a Pedro Sánchez.

Podemos aparece como el gran triunfador de la noche, su espectacular irrupción admite poca duda. Su “remontada” ha sido un leitmotiv de campaña intachable y el cómo transformar un escenario contrario promoviendo un underdog que deviene en bandwagon, como explica Carmen Arango en su blog, ha sido ejemplar y digno de estudio. Sin embargo, no consigue imponerse al PSOE como partido hegemónico de la izquierda, que era su objetivo principal. A eso debe añadirse la dependencia que Podemos, como marca solitaria, tiene de sus “aliados” (como los definió Pablo Iglesias) en las circunscripciones en las que se presentó en coalición. Otra cosa a repensar por los líderes de Podemos es el asunto de la confluencia. La aritmética electoral dice que sus votos junto con los de UP lo situarían como segunda fuerza política y alternativa posible al gobierno del PP. Se tiene la sensación de que han preferido fagocitar IU por encima de configurarse como opción real de gobierno (entendida en número de votos).

Ciudadanos ha sido el gran bluf electoral, entendiendo el éxito que supone obtener 40 diputados. Han aparecido sobrestimados en las encuestas y previsiones electorales. Así lo atestiguaron sus caras y palabras en la noche electoral. Parecía evidente que Ciudadanos se había desinflado en las 2 últimas semanas pero el resultado obtenido está por debajo de las expectativas del peor escenario posible que se manejaban.

A modo de conclusión de este resumen general podríamos afirmar que ningún partido consiguió lo que quería realmente, no cumplieron con sus expectativas.

EL SISTEMA ELECTORAL
Uno de los grandes protagonistas de la jornada fue el sistema electoral. Siempre que hay elecciones se hace referencia al mismo, pero en esta cita electoral ha adquirido un peso específico y se han producido resultados que ponen en cuestión la necesidad imperiosa de una reforma del mismo. Se ha configurado como un sistema no adecuado a la realidad del voto del ciudadano y que se ceba con las fuerzas estatales no mayoritarias. Nuestro sistema electoral tuvo un contexto histórico y político determinado, la transición, y mezcla la proporcionalidad con el aspecto mayoritario para garantizar la gobernabilidad, provocando y construyendo el bipartidismo, pero dando opción de representación a terceras fuerzas políticas. El sistema apostaba por un cambio sin rupturas, sobrerrepresentando las provincias pequeñas y de ámbito rural, dónde el electorado es más conservador respecto a cambios bruscos, y dando más peso al voto periférico para implicar a los nacionalismos en la gobernabilidad del estado. Eso estuvo bien, y seguramente cumplió su función en ese momento político, pero ahora no se ajusta al realidad actual de una democracia consolidada y con un pluralismo político que requiere que esa realidad política se traslade a la representación parlamentaria. Siempre se afirmó aquello de una persona un voto y ahora eso está cuestión. Porque al final de todo, es muy difícil explicar a los ciudadanos que haya partidos que necesiten 50000 votos para obtener un escaño mientras otro necesite 450 mil.

escaños

EL BIPARTIDISMO.
El bipartidismo ha sufrido un golpe impensable hace sólo 4 años. La suma de porcentajes de PP-PSOE en las últimas elecciones era del 73,39% frente al 50,73% obtenido el 20D. Ambos partidos, han perdido 83 diputados y un apoyo electoral de más de 5 millones de votantes. Quién afirme que el bipartidismo no está en crisis es que está realizando un análisis interesado o está ciego, los datos anteriores así lo avalan. Pero, de igual manera se podría pensar que, a pesar de todo, el partido Popular y el Socialista son la primera y segunda opción política elegida por los ciudadanos. Por consiguiente, se puede afirmar aquello de tocado sí (muy tocado diría yo) pero no hundido (aún). De las decisiones que se tomen y las políticas de pactos que se acuerden dependerá en buena medida el futuro del bipartidismo.

LA GOBERNABILIDAD
El escenario parlamentario que ha dibujado el resultado de las elecciones tiene como principal característica un fraccionamiento partidista que hace necesario una compleja coincidencia de variables para que se pueda garantizar la investidura de un Presidente de Gobierno y una gobernabilidad estable. A continuación se deja una tabla de El Español que resume las posibles variantes:

Por un lado, descarto una unidad de partidos de izquierdas y nacionalistas con el referéndum catalán que los separa de por medio y con una abstención del resto improbable. Por otro lado, no puede ser PP, ciudadanos y nacionalistas por la misma razón. A mi entender sólo existen dos posibilidades reales, con alguna variante, que pueda darse.

1. La llamada gran coalición (Große Koalition) entre PP-PSOE, como en el caso de Alemania con Angela Merkel y y SPD. Esta gran coalición podría darse de 2 maneras: a la alemana, coalición total, o bien de una forma tácita permitiendo el PSOE con su abstención la investidura de un presidente del PP con la justificación de la gobernabilidad de España. Y digo un presidente porque no tiene que ser necesariamente Rajoy (Soraya calienta la banda). Ninguno de los electores socialistas podría entender no ya sólo que se permitiera gobernar al PP, sino que presidiera el Gobierno una persona que fue calificado de indecente por el propio Pedro Sánchez. Al menos, Sánchez podría mostrar la cabeza de Rajoy (en sentido figurado) a sus militantes y votantes. Cualquiera de las dos opciones posible sería el suicidio político del PSOE. Seguro que sufrirán presiones para que ese pacto sea posible por los poderes reales nacionales e internacionales que apuestan por este pacto. Ahora veremos la entereza del PSOE ante esta situación y si su respuesta está acorde a lo que piensan sus votantes o en función de otros intereses. En esta elección del PSOE tendrá un peso específico la lucha interna por el liderazgo del partido entre su actual Secretario General, Pedro Sánchez, y la Presidenta de la Junta, Susana Díaz.
2. Elecciones anticipadas. Ante la imposibilidad de pactos la única salida posible parece la convocatoria de elecciones generales.

Cualquier situación que se dé no parece que vayamos hacia una legislatura especialmente larga.

EPÍLOGO
La verdadera realidad de las elecciones es que tras 4 años de recortes sociales, corrupción política, manifestaciones y pérdidas de derechos, el partido en el Gobierno ha sido nuevamente el más votado. Es un dato para, como ciudadanos, hacernos pensar. Por eso, dejo este texto aquí de Ana I. Bernal que resume de manera perfecta esta sensación.

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Bonus Track:

Ganadora: Ada Colau, su apoyo ha sido fundamental para esa «remontada» de Podemos
Una lástima: Edu Madina se queda fuera del Congreso. Una pérdida demasiado importante y valiosa no sólo para el PSOE sino para nuestra política.
Perdedor: Rajoy. Podría escribir un libro de cómo ganar elecciones perdiéndolas al mismo tiempo

La campaña: Garzón y sus chicos de la cueva.

5 ideas para el análisis del cara a cara entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy


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Al igual que con el anterior debate a 4, a continuación se destacan 5 ideas sobre el debate entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez:

1.El formato. Sin lugar a dudas el formato no fue el principal atractivo del debate. El hecho de ser a dos, más encorsetado y menos dinámico y abierto que el anterior a cuatro, no era la mejor puesta en escena posible. El plató, la mesa, el fondo, la manera de llamarse constantemente entre los candidatos (Señor, Rajoy – Señor Sánchez) e incluso el propio presentador, que fue moderador en los debates de los 90 entre González y Aznar (Pablo Iglesias dijo que Campo Vidal abrió una época en 1993 que hoy ha cerrado), no ayudaban a romper con un modelo de debate que era más propio de décadas anteriores que de la España actual. Parecía de otra época. La fuerte carga simbólica del bipartidismo sentado frente a frente en este debate a dos, cerrado y obsoleto no admitía otra interpretación posible que pensar que estos partidos no comprenden lo que demandan los ciudadanos ni siquiera en campaña electoral. Lo que representaban los dos líderes de estos partidos a ambos lados de la mesa en este debate con este formato es uno de las principales críticas que tanto los ciudadanos como las nuevas y emergentes fuerzas políticas vienen precisamente denunciando en los últimos años. La imagen que desprendían era de “otro tiempo”, lejos de la realidad política actual.

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